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Diferencia entre RFID y NFC:
Técnicamente hablando, la NFC (Comunicación de Campo Cercano) es en realidad una rama de la tecnología RFID (Identificación por Radiofrecuencia). Todas utilizan señales de radiofrecuencia para lograr un intercambio de información sin contacto, al igual que dos personas no necesitan hablar cara a cara; se basan en ondas de radio para comunicarse a través del aire. Por ejemplo, si se coloca una tarjeta de autobús cerca de una máquina de lectura de tarjetas y no hay contacto físico entre la tarjeta y la máquina, pero se puede completar el intercambio de información, las señales de radiofrecuencia actúan como un puente. La NFC es el representante más delicado de la familia RFID, enfocado en escenarios de interacción conveniente y de corto alcance, como los pagos móviles y la transmisión rápida de datos.
La aplicación de RFID es como una gran red que abarca todos los aspectos de la vida. En el sector logístico, las mercancías en los almacenes se etiquetan con etiquetas RFID, y el personal puede escanearlas con un lector para conocer el nombre, la cantidad y la ubicación de almacenamiento, lo que facilita el inventario y la programación, mejorando considerablemente la eficiencia. En la ganadería, las etiquetas electrónicas de oreja de cada animal registran su crecimiento y estado de salud, lo que facilita la gestión para los ganaderos. En estos casos, algunas etiquetas RFID pueden transmitir señales de forma activa (etiquetas activas), mientras que otras requieren un lector/escritor para su activación (etiquetas pasivas), y la distancia de lectura y escritura varía desde unos pocos centímetros hasta decenas de metros. En cambio, las aplicaciones de NFC están más estrechamente relacionadas con nuestra vida cotidiana y se centran en la rapidez y la velocidad de operación. Al realizar pagos NFC con un teléfono móvil, basta con acercar el teléfono al terminal POS y, con un pitido, se completa el pago, lo cual es más cómodo que escanear el código.
En cuanto a su principio de funcionamiento, aunque tanto RFID como NFC se basan en la inducción electromagnética, existen numerosas diferencias en los detalles. Los sistemas RFID generalmente constan de etiquetas, lectores y antenas. Las etiquetas se dividen en activas y pasivas. Las etiquetas activas incluyen baterías y pueden enviar señales de forma activa, con una mayor distancia de transmisión; las etiquetas pasivas se basan en la energía de radiofrecuencia emitida por el lector/escritor para activar y reflejar las señales, con un bajo coste pero una corta distancia de transmisión. El lector/escritor emite señales de radiofrecuencia a través de la antena para leer o escribir información de la etiqueta. NFC utiliza tecnología de reconocimiento y conexión bidireccional, lo que permite que los dispositivos se comuniquen entre sí y admite la comunicación punto a punto. Por ejemplo, dos teléfonos con NFC pueden transmitir y recibir datos de forma activa al tocarlos. Los dispositivos NFC pueden actuar como lectores para leer información de otras etiquetas NFC, además de ser leídos por otros dispositivos como etiquetas. Esta alternancia de roles flexibiliza sus aplicaciones. Desde el punto de vista técnico, la tecnología RFID ofrece un amplio rango de frecuencias, que suele incluir baja frecuencia (125 kHz, etc.), alta frecuencia (13,56 MHz), ultraalta frecuencia (860-960 MHz), etc. Las diferentes frecuencias corresponden a diferentes escenarios de aplicación y distancias de lectura y escritura. NFC opera principalmente en la banda de frecuencia de 13,56 MHz, lo que garantiza cierta estabilidad de la señal y es adecuado para comunicaciones de corto alcance.
En términos de velocidad de transmisión de datos, RFID varía según el escenario de aplicación, mientras que NFC tiene una velocidad de transmisión de datos relativamente fija que puede satisfacer las necesidades de interacción rápida diaria, como transmitir una foto en solo unos segundos.